martes, 24 de enero de 2012

A Rosita Dávalos


Permítanme en este momento de mucha pena comentarles algunos aspectos sobre Rosita. Rosita llegó a ser Docente Asociada de la Estación Experimental IVITA-El Mantaro del Departamento Académico de Producción Animal de la Facultad de Medicina Veterinaria de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Terminó sus estudios de Maestría en Producción y Reproducción Animal faltándole defender su tesis.

Rosita ingresó a laborar como investigadora del IVITA en la década de los 90, conjuntamente con las colegas Ana Hinostroza, Edith Fernández Baca y Beatriz Morales, década muy complicada porque el país salía de una etapa de gran depresión económica y aun sufríamos los estertores del terrorismo, en donde la dirección de la Estación, bajo el mando del Mag. Custodio Bojorquez, la tenía muy complicada, pero que gracias a la ayuda de Rosita, las colegas citadas y otros, se pudo sacar la institución adelante.

Rosita tuvo especial interés en el área de Reproducción Animal, especialmente de los Camélidos Sudamericanos; sin embargo, también se involucró en otras áreas de la producción animal trabajando en la implementación de diferentes unidades productivas en la estación como la de camélidos sudamericanos, la de los productos lácteos y la de módulos lecheros.

Siempre estuvo interesada en difundir a los productores aspectos que permitan incrementar su producción y productividad, en este esfuerzo, a pesar de lo avanzado de su mal, publica en la Revista Electrónica de la UPG, SIRIVS, el Manual Problemas Reproductivos en la Crianza de Cuyes y acepta integrar el Comité Editorial de la menionada Revista.

          Además de las competencias académicas de Rosita, siempre resaltó en ella su gran amor y enorme compromiso para con la institución, su lealtad para con sus colegas y amigos, que fueron muchos, y su enorme sentido de responsabilidad en las tareas en las que se comprometía.
Siempre me hice la pregunta, de cómo Rosita recibió la noticia de su mal? qué cosas se cruzarían por su mente? sobre todo por el gran amor a sus tres hijitos, dos varones los mayores y una mujercita la menor, su futuro y perspectivas. La verdad que difíciles momentos. Pero si bien puede haberle afectado muchísimo hasta asimilar esa realidad, ella nunca se quebró.

Pero a manera de confesión y por el hecho de estar en contacto con ella en estos últimos meses, todo lo anterior queda minimizado, si se le compara con su inmensa valentía, su fe en Dios y el hecho de vivir intensamente en amor con sus hijitos, amor que estoy seguro trascenderá, y que sus hijos, que al inicio no comprenderán su partida, lo llevarán consigo y le servirá para sobrellevar sus vidas sin su compañía y ser ciudadanos de bien.

 Rosita descansa en paz, estamos seguros que estarás a la  diestra del Señor guiando los pasos de tu familia.

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